Las edades del roble
- Barrica madura (vieja):
- Almacenamiento; finura tánica (taninos suaves); lenta microoxigenación; estabilización natural del vino; desaparición de la estabilización polifenólica; color rubí intenso con ribetes de color teja.
- Barrica joven (nueva):
- Gusto y aroma; taninos punzantes; mayor microoxigenación; mayor porcentaje de componentes volátiles; color rojo intenso.
- Barrica adolescente (media edad):
- Arte tonelero; microoxigenación intermedia; tenue polimerización; transición del color hacia el rubí intenso.
¿Francés o americano?
Exísten muchos tipos de roble adecuados para la Crianza del vino, por lo que realzar la calidad de uno frente a otro resulta tópico y estéril. Se puede decir, simplemente, que son diferentes; dependerá, por tanto, del enólogo la elección de uno u otro en función del carácter que desee imprimir a sus vinos.
Hay diversas especies, según el orígen y el hábitat; diferentes zonas productoras, con sus particulares técnicas forestales (marco de plantación, edad,…) y otros factores que influyen en el aroma del vino, como son el tipo de corte (aserrado, hendido), el curado (natural o forzado), el espesor de las duelas, la intensidad de tostado, etc.
Los dos principales países abastecedores de roble para la industria tonelera son Francia y Estados Unidos (U.S.A.). Desde los orígenes de nuestra Casa, siempre se ha utilizado el roble americano, tal como ya hemos comentado. La razón de esta elección es que estamos satisfechos con su uso porque ha dado carácter a nuestros vinos.
Según las características físicas, las diferencias fundamentales del roble de ambos países vienen marcadas por la mayor porosidad y la mayor flexibilidad que posee el procedente de Francia. Esta flexibilidad implica que las duelas han de extraerse de forma hendida para que no se produzca pérdida de estanqueidad.En consecuencia, el roble americano es menos poroso y flexible (al poseer las duelas un mayor espesor, lo que condiciona su secado) y el tipo de corte es aserrado.