Los fondos de la colección
El visitante que acude a la bodega se encuentra con un estilo particular de entender el mundo del vino que sin duda tiene su primer reflejo en el producto. Los entendidos y las revistas especializadas hablan del Viña Tondonia como de un vino clásico de Rioja, y ese clasicismo es fruto de la propia historia de la bodega, de un estilo particular de entender el producto en su conjunto, pero formando parte de un todo; y aquí nos hallamos en la duda de si el vino es el fruto de un estilo, o ha sido la propia historia de la casa la que está en el origen del propio vino, y como síntesis de este proceso dialéctico, nos encontramos con un proyecto cultural que pone en valor la tradición, las técnicas, los materiales, los documentos que han hecho posible la realización del producto y son el fruto de la vida de cuatro generaciones de bodegueros, unidos a su empresa a través de la familia. Por esta razón el fondo documental es el conjunto de la casa, la familia, la bodega y la viña.
Utilizando un término etnográfico podemos decir que el fondo patrimonial es el reflejo, el poso de “una historia de vida”, por eso tenemos todo tipo de materiales en ese amplio conjunto que estamos empezando a conocer.
Para poder desarrollar este proyecto hemos tenido que establecer una metodología a medio plazo que permitiera presentar ese fondo ya preparado para su divulgación. Las etapas del trabajo son las siguientes: Localización. Investigación. Restauración y Exhibición.
Estas etapas no son cronológicamente sucesivas sino que se mezclan teniendo en cuenta la entidad de los fondos. Éstos, para su estudio y clasificación, los hemos dividido en:
I. El Patrimonio Documental
Incluimos dentro de este conjunto a los materiales escritos, impresos, gráficos, y audiovisuales que nos hablan de las personas, la bodega, la familia y todo lo relacionado con la Historia de la institución. Nos encontramos con materiales muy diversos, que van desde manuscritos, documentos contables, placas fotográficas en vidrio, hasta etiquetas, copiadores de cartas y correspondencia personal.
No podemos olvidar la abundante colección de materiales impresos, desde revistas a libros, algunos de ellos especializados en la temática enológica. Los manuscritos comienzan en 1871 con la salida del fundador de su casa familiar en Chile, habiendo una abundante colección epistolar durante la guerra carlista y su residencia en el exilio. No debemos olvidar que al participar nuestro fundador en las Guerras Carlistas hasta 1876, poseemos abundante documentación sobre ese período, así como material gráfico.
La particular situación de la bodega en el Barrio de la Estación de Haro a escasos metros de las oficinas de correos y del ferrocarril y el hecho de que la empresa tuviera su sede central en Madrid, ha permitido que se conserve una abundante correspondencia diaria entre los empleados, bodegueros, capataces y su jefe en la oficina central, y a través de este epistolario conocemos la vida y la actividad de la bodega desde finales del siglo XIX.
Gracias a esta documentación, que en la actualidad estamos catalogando, se van dar nuevas interpretaciones a puntos poco claros de la historia de la vid y del vino de Rioja, como en el caso de la filoxera, la mecanización del viñedo, los conflictos sociales o la exportación, temas estos muy descritos en toda la documentación.
En el caso del archivo comercial este nos proporciona abundante documentación de todo tipo, pero nos interesa especialmente aquella que hace referencia a los objetos que tienen un interés etnográfico y museográfico. Por ejemplo: en la actualidad se están restaurando varias vagonetas de las utilizadas en 1890 para realizar las bodegas y calados de la empresa. Estos útiles sirvieron para extraer la piedra y la tierra de la excavación de un túnel de casi 200 metros; pues bien en el archivo comercial encontramos los prospectos de información del producto, la correspondencia con el representante en España de esas vagonetas alemanas así como las facturas de la compra. De multitud de objetos que en el futuro tendrán un gran valor didáctico, poseemos abundante información escrita desde 1885.
Para completar la documentación escrita e impresa hemos tenido la fortuna de contar con la afición a la fotografía de D, Rafael López de Heredia Aransáez, hijo del fundador, quién estudio en los primeros años del siglo en Francia, Inglaterra y Alemania y conoció todas las novedosas técnicas de la fotografía.
Gracias a esto contamos con miles de negativos tanto en vidrio como en acetato y otros materiales, además de fotografía estereoscópica desde finales del siglo XIX. De la somera observación de estos materiales hemos contrastado una variada temática que va desde aspectos agrícolas, arquitectónicos, familiares, reportajes sobre viajes, información técnica, vehículos y muchas fotos de la contienda de 1936, sobre todo en aspectos relacionados con aviación.
Aunque los aparatos de fotografiar forman parte del siguiente capítulo no debemos olvidar este importante patrimonio constituido por todos los utillajes necesarios para desarrollar esa afición en la época del nacimiento de la fotografía.
Parte de este material ha sido restaurado para ser expuesto en la propia bodega o en ferias y exposiciones y el resto espera serlo en el futuro. Mientras tanto el material está siendo fichado como el resto de los materiales de los fondos.
II. El Patrimonio Material
Curiosamente las citadas vagonetas que aparecen en las fotos de finales de siglo, disponemos de ellas en nuestro almacén, pero esto no es más que un ejemplo. Desde el comienzo de las tareas vitivinícolas en la empresa se han utilizado innumerables objetos, que una vez que han cumplido su función han sido cuidadosamente guardados en los muchos espacios de los que dispone la bodega. Este espíritu “conservador” ha llevado a las generaciones anteriores a mantener los objetos por un respeto hacia ellos ya que gracias a su participación ha sido posible arar los campos, construir las paredes de sillería, vinificar, o cualquiera de las múltiples tareas que ha ido desarrollando una empresa centenaria, que en algunas ocasiones llego a tener más de 150 operarios.
Además tendríamos que citar los objetos en uso que también poseen ya un interés histórico porque en otras empresas han desaparecido o han sido sustituidos por otro tipo de herramientas más modernas. Nos referimos por ejemplo a todos los útiles de la tonelería, ya que somos la única bodega en La Rioja que construye la totalidad de sus barricas, y las elabora con técnicas y útiles ya casi olvidadas. Lo mismo podríamos decir de las herramientas de trasiega, envases de madera de muy diversas formas o tamaños, como los usados en vendimias para la recogida de la uva, y otras series de instrumentos que circulan por la bodega que tienen una vida casi centenaria.
Dentro de este conjunto patrimonial podríamos hablar de objetos en uso y también de objetos en retiro, y describir de cada uno sus características.
El recorrer los almacenes donde se guardan aperos de labranza, tanto de tiro animal como manuales, desde los antiguos malacates utilizados para desfondar hasta los tractores actuales que deben descansar después de un intenso uso, es un repaso a la historia del viñedo de la casa.
Cualquier etnógrafo dedicado a la museografía disfrutaría de este paseo por estanterías repletas de objetos centenarios, guardados “por si algún día sirven de algo o para que los jóvenes sepan lo que se utilizaba antaño” nos dice Don Pedro López de Heredia Ugalde (la tercera generación de bodegueros) al mostrarnos los cohetes para destruir las nubes de granizo y evitar el temido pedrisco.
Un capítulo importante es el relacionado con los vehículos que la bodega ha poseído, desde un camión Exshaw, hasta un Bugatti de carreras, o la camioneta Ford de reparto de los vinos en los años 1920 por Madrid, recientemente restaurada, y otros muchos que se guardan para ser reparados e incluso utilizados como el viejo Ford que hoy recorre las calles de pueblos y ciudades en fiestas, como elemento de promoción.
Además de los materiales relacionados con la actividad laboral y comercial, hemos de añadir todos los objetos de las familias que han fundado y participado en la bodega. Durante cuatro generaciones localizadas en el espacio social, familiar y laboral del propio edificio se han generado miles de objetos de vida doméstica.
Indudablemente en esta virtud de conservar los objetos del pasado hay también una intencionalidad museográfica, ya que la vida de la bodega se podrá mostrar en el futuro a través de sus objetos, y esta es otra de las intenciones del proyecto.
A este respecto responde por ejemplo la puesta en valor de la obra pictórica, como el recientemente restaurado cuadro de Antonio Prast, sobre el enclave de Viña Tondonia, que realiza este pintor y fotógrafo en 1924.
De la misma forma se están restaurando los vidrios grabados al ácido que cierran la galería modernista que posee la bodega y que fue construida en 1903. Dentro de este capítulo debemos hablar de las características arquitectónicas de la bodega, que posee edificios desde 1870 y que por su originalidad son un referente en la arquitectura del vino de Rioja.
Para poner un ejemplo de la actividad actual del trabajo, estamos investigando de cara a una publicación, todo lo relacionado con la presencia de la bodega en la Exposición Universal de Bruselas en 1910. Pues bien, con respecto a este tema disponemos del stand con el que la institución participó en el pabellón español, con toda la documentación escrita, correspondencia con los artesanos, planos del montaje, facturas de los proveedores belgas y españoles, los diplomas y premios conseguidos, las fotografías realizadas y toda una exhaustiva información que nos está siendo de gran utilidad.
Pero a la vez la restauradora especializada en maderas Blanca Ameztoy esta consolidando el mueble para que sea un elemento de decoración y de uso, dentro de un magnífico contenedor realizado por la arquitecta Zaha Hadid.
La tendencia por lo tanto es investigar, conservar, restaurar y darle utilidad a los objetos y materiales bien sea en uso cotidiano o en la divulgación museográfica a través de la exhibición.
Hay un apartado que también debemos describir en lo relativo al conjunto patrimonial, que es lo relativo al patrimonio inmaterial, lo que podemos llamar el “recuerdo oral”. Nos referimos a las entrevistas a realizar a los miembros de la familia de más edad para completar los datos que aparecen en los documentos y lo que nos ofrecen los propios objetos. Es el caso de las entrevistas que vamos realizan, por ejemplo a don Pedro López de Heredia Ugalde, que nace en 1928, conoce al fundador, como su abuelo y recuerda multitud de temas de la historia de la bodega. Al final la descripción de esta Historia de Familia va encajando poniendo en relación toda la información que poseemos y la parte del recuerdo a través de la descripción oral es muy importante y además nos aclara multitud de aspectos no bien definidos en la documentación. De la misma manera, la aparición de ciertos documentos modifica la idea que se tenía algunas veces equivocada al ser transmitida oralmente, y al aparecer el documento, foto, plano, etc se subsanan los errores y todo el rompecabezas histórico va encajando en sus 147 años de existencia.
En esta área estamos manteniendo entrevista con las personas de edad, parientes que residen en otros países como en Chile o México, empleados de la bodega de más antigua contratación, así como algunos personajes locales, que conocen la historia reciente de la ciudad y sus bodegas.